Adolf Hitler y un joven mas que amigo. |
La estremecida opinión pública pedía naturalmente explicación y justificación, por lo que el mayor demagogo nacionalsocialista después de Hitler tuvo que «aclarar» al pueblo alemán el trasfondo de aquel hecho sangriento. El 1 de julio, esto es, mientras todavía se estaban cometiendo los asesinatos, pronunció un discurso transmitido por radio.
Su alcance permite concluir que todo estaba ya decidido en lo esencial antes del 30 de junio. La rapidez con la que se llevó a cabo el asalto por sorpresa fue presentada por Goebbels como una refinada táctica: «El führer se ha atenido de nuevo a su viejo principio de decir únicamente lo que hay que decir, a quien lo debe saber y cuando lo debe saber».