Kabul, Afganistán— En su última llamada a casa, el cabo Gregory Buckley Jr. dijo a su padre lo que estaba inquietándolo: desde su litera en el sur de Afganistán, podía oír a policías afganos abusar sexualmente de menores que habían traído a la base.
“Por la noche podemos oírlos gritar, pero no se nos permite hacer nada al respecto”, recordó el padre del miembro de infantería de la Marina, Gregory Buckley, que su hijo le contó antes de que en 2012 fuera baleado a muerte en la base. Buckley padre instó a su hijo a notificar a sus superiores. “Mi hijo dijo que sus oficiales le dijeron que hiciera la vista gorda porque así es su cultura”.
Abajo un vídeo sobre el tema