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| Hebe de Bonafini - Schoklender y Alejandra Bonafini |
Denuncian viajes de placer de Hebe de
Bonafini y su hija al Caribe Sergio Schoklender, el ex-apoderado de
la Fundación Madres de Plaza de Mayo, declaró ayer ante el juez
federal Norberto Oyarbide que la titular del organismo, Hebe de
Bonafini, usó fondos de esa entidad para pagarle bienes y viajes a
su hija, también imputada.
La Justicia argentina habia embargado
bienes de varias empresas y personas, entre las que figura la hija de
la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de
Bonafini, en el marco de la causa contra al ex-apoderado de la
institución por presunto lavado de dinero y defraudación al Estado.
Declaró el ex-apoderado ante el juez que Hebe “daba las directivas”, que la agrupación estaba “bajo su mando” y que, en ese marco le compró con dinero de la Fundación un auto y una casa en la ciudad de La Plata a su hija, Alejandra Bonafini, y le pagó viajes al Caribe que habrían usado ambas con pleno conocimiento, agregó además que hay registros de las mismas en la Fundación.
Schoklender que se encuentra retenido, volverá a declarar la semana que viene y su abogado tendrá una audiencia con la Cámara Federal para solicitar la excarcelación de su defendido.
Mientras, su hermano Pablo Schoklender y el contador Alejandro Gotkin, también imputados en este expediente, fueron excarcelados, pero aún siguen tras las rejas mientras se revisan las multimillonarias fianzas impuestas por Oyarbide.
Esta fue la tercera vez que Sergio Schoklender se presentó ante el juez Norberto Oyarbide, que lo acusa de ser el jefe de una asociación ilícita que desvió a cuentas personales fondos públicos de las “Madres de Plaza de Mayo” destinados a construir viviendas sociales.
Mayores precisiones sobre el tema:
El ex-apoderado de la Fundación habló durante cinco horas para fijar su defensa, diciendo -entre otras cosas- que no podía aplicársele la figura de “defraudación al Estado”, sino que, a lo sumo, podía haber existido incumplimiento de contratos de obra pública.
Asistido por el defensor oficial Martín Hermida, Schoklender dio precisiones técnicas de su función en torno a la construcción de viviendas y explicó que el Estado les daba los fondos una vez que las viviendas estaban terminadas, es decir, cuando se entregaba un certificado de finalización de obra.
En ese sentido, Schoklender reconoció que no hacía los aportes de cargas sociales de los empleados (una de las imputaciones en su contra) por la demora en los cobros del Estado, algo que es fácilmente comprobable, y hasta señaló que presentó amparos en la Justicia para reclamar por esa situación.
Además, el ex-apoderado de Madres de Plaza de Mayo ratificó que la Fundación estaba “bajo el mando” directo y exclusivo de Hebe de Bonafini y que, por ello, la dirigente tomaba las decisiones, entre las cuales estuvo el pago de viajes personales al Caribe con su hija, un hecho que, según afirmó, se puede constatar con los registros de la entidad, que pueden estar a disposición del juzgado.
Alejandra Bonafini está imputada en la causa como una integrante de la asociación ilícita que investiga Oyarbide, pero cuando fue a declarar le echó la culpa de todas las irregularidades a Sergio Schoklender, pero nada expreso con respecto a los fondos destinados para la compra de un auto, una casa y viajes de placer al Caribe.
En la causa hay más de treinta personas citadas a indagatoria, quienes son consideradas por la Justicia como el núcleo más cercano al desvío de fondos, entre ellos, empleados de las empresas a través de la cuales se habría hecho el desvío, como Meldorek, y financistas que habrían participado de la maniobra cambiando cheques de la entidad.
De esta forma se generó un manto de protección sobre la figura de Hebe de Bonafini, que no figura entre los imputados ni entre las personas citadas a declarar, a pesar de las múltiples pruebas que la vinculan.
Esta protección se extiende también a su hija, que si bien está imputada, hasta el momento extrañamente no fue detenida.
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