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Estos son los túneles donde estos fanáticos tenían los niños |
Una secta mantuvo durante diez años bajo tierra a más de 20 chicos, de entre 18 y 17 años junto a sus padres en Kazán, capital de de la república rusa de Tartaristán.
"Los chicos no tenían contacto con el mundo exterior, no fueron a la escuela, no fueron a instituciones médicas, lo que constituye la peor de las violaciones de los derechos del niño", aseguró un portavoz del Ministerio del Interior de Tartaristán.
En la mayoría de los casos, las 60 personas cautivas por la secta no conocían la luz solar y permanecían en condiciones paupérrimas en habitaciones que parecían celdas en siete plantas de una especie de bunker con forma de laberinto.