Bashar al Asad no dudará en utilizar armas químicas si se siente acorralado

Fares describe a Bashar al Asad 
"un criminal hecho y derecho, como un lobo herido"

Las armas químicas de Siria generan temor en la población civil. Nawaf Fares, quien hasta la semana pasada ejerció como embajador en Irak, incluso aseguró que, según reportes no confirmados.
Esas armas pudieran haber sido ya utilizadas en la ciudad de Hom, un bastión de la rebelión contra el gobierno que estalló en marzo del año pasado.


El exdiplomático afirmó que varios atentados a lo largo de Siria han sido orquestados por el gobierno de Bashar al Asad en colaboración con Al Qaeda.

Según Fares el presidente Asad no renunciaría al poder de forma pacífica y que sólo sería expulsado por la fuerza "aun cuando tenga que eliminar a todo el pueblo de Siria".
Lobo herido

Se estima que Siria cuenta con una reserva significativa de armas químicas. Hay una creciente preocupación en los países vecinos y en gobiernos occidentales sobre la seguridad de este arsenal armas si el régimen llegara a caer.

Al preguntársele si piensa que el presidente Asad podría usar las armas químicas en contra de la oposición, Fares lo describió como "un criminal hecho y derecho, como un lobo herido".

"Hay información, información no confirmada, de que las armas químicas han sido utilizadas en (la ciudad de) Homs", dijo.

"Estoy convencido de que si el régimen de Bashar al-Assad se ve arrinconado por el pueblo... él usaría esas armas", afirmó Fares quien estima que la familia del presidente Asad está "aferrada al poder".

La familia Asad controla el poder en Siria desde hace más de 40 años. Fares, quien ha ocupado altos cargos en el gobernante partido Baath, en los servicios de seguridad y como gobernador en varias provincias, dijo, que el gobierno "caerá inevitablemente".


"Es absolutamente seguro que este gobierno caerá en corto tiempo. Deseamos que este tiempo sea corto, para que se reduzcan los sacrificios", dijo.

Violencia creciente


La violencia continúa expandiéndose en todo el país y en la capital, Damasco, mientras los rebeldes -ahora mejor equipados y más organizados- se enfrentan al ejército y la milicia respaldada por el gobierno.

Los testigos dicen que la capital está viendo en la actualidad el mayor despliegue militar desde que comenzó el levantamiento hace 16 meses.

"Conozco la mentalidad de Bashar al Asad, conozco ahora la mentalidad de [su difunto padre] Hafez al Asad, y el pueblo sirio comprende que esas personas... creen que van a vivir para siempre como gobernantes de Siria", dijo.


"No se le ocurre a ningún sirio –no tan sólo a mí– que Bashar al Asad dejará el poder por medio de intervenciones políticas. Eso es imposible. Él será derrocado sólo por la fuerza... no va a ceder el poder de forma pacífica".

En cuanto a su opinión acerca de la colaboración de Al Qaeda con el régimen, Fares dijo: "Al-Qaeda no tiene que ver con el pueblo sirio o sus intereses. Al-Qaeda está buscando espacio para moverse, para conseguir apoyo".