Se recupera la nena paquistaní baleada, pero los talibán amenazan con asesinarla

Malala fue atacada cuando regresaba desde su escuela

El caso de la joven Malala Yousafzai ha consternado no solo a Pakistán, sino al mundo entero. 

El hecho de que una niña de solo 14 años haya sido víctima del ataque de los talibanes por el mero hecho de reivindicar su derecho a recibir una educación en su país no ha dejado indiferente a nadie.

Han sido miles las voces que se han alzado a nivel internacional para condenar un ataque que los talibanes han reivindicado y que, además, han advertido que no quedará ahí: «Si sobrevive esta vez, no lo hará la próxima», ha asegurado un portavoz. «Vamos a matarla», ha sentenciado a la vez que ha justificado su acción alegando que Malala es una «joven profana y antitalibán».

Malala fue atacada el martes cuando regresaba a su casa desde su escuela, ubicada en Mingora, la principal ciudad del valle del Swat, junto a otras dos niñas.

La joven ha recibido un disparo en la cabeza y otro en el cuello, mientras que las otras dos menores de edad también han resultado heridas, pero están fuera de peligro.

Pese a la gravedad de los hechos, su familia ha asegurado que no conseguirán callarla. «No podríamos dejar nuestro país, tanto si mi hija sobrevive como si no», ha asegurado el padre de la joven a las puertas del hospital en el que están tratando a su hija.

«Tenemos una ideología que aboga por la paz. Los talibanes no pueden detener todas las voces independientes a través de la fuerza de las balas», ha añadido, según informa «The Telegraph».

Malala es conocida por su defensa del derecho a la educación de las niñas paquistaníes y por su denuncia de la represión talibán en el valle del Swat.

Como parte de su campaña, en 2009 empezó a escribir un diario sobre la vida en la zona para la cadena BBC Urdu, bajo el pseudónimo de Gul Makai.