miércoles, 25 de julio de 2012

Clérigos musulmanes piden la demolición de las Grandes Pirámides de Egipto


Las pirámides - una de las siete maravillas 

Raymond Ibrahima ha informado el 10 de julio de 2012 que de acuerdo con varios informes en los medios de comunicación árabes, clérigos musulmanes han empezado a pedir la demolición de las Grandes Pirámides de Egipto, en palabras del jeque saudí Ali bin Said al-Rabi'i, aquellos "símbolos del paganismo", que desde hace mucho tiempo el partido salafista en Egipto ha previsto para cubrir con cera. Más recientemente, el "jeque de jeques sunitas" de Bahrein y presidente de la Unidad Nacional, Abd al-Latif al-Mahmud, ha pedido la nuevo presidente de Egipto, Mohamed Morsi, que "destruya las pirámides y lograr lo que Amr bin Al-As no pudo".
Esta es una referencia al compañero del líder militar-religioso Muhammad, Amr bin Al-As y sus tribus árabes, que invadieron y conquistaron Egipto alrededor del año 641 de la EC. Bajo la Espada del Islam blandida por Amr bin Al-As y la posterior dominación musulmana, muchas antigüedades de Egipto fueron destruidos como reliquias de la infidelidad. Mientras que muchos académicos occidentales argumentan lo contrario, de acuerdo con los primeros escritores musulmanes, la Gran Biblioteca de Alejandría - considerada un depósito de conocimiento pagano que contradice el Corán, fue destruida bajo el reinado de Amr bin Al-As, y en cumplimiento con el mandato del califa Omar.
Sin embargo, mientras que la quema de libros fue un proceso sencillo en el siglo VII, la destrucción de las pirámides como la de montaña y su Esfinge guardián no lo fueron -a pesar de que muchos de los tempranos líderes musulmanes lo intentaron, algunos con un éxito parcial; los gobernantes mamelucos llegaron a destruir la nariz de la Esfinge con prácticas de tiro de artillería (aunque, naturalmente, la leyenda popular atribuye a un occidental, Napoleón).
Ahora, sin embargo, el "jeque de jeques", de Bahrein señala, y gracias a la tecnología moderna, las pirámides pueden ser destruidas. La única pregunta que queda es saber si el presidente de la Hermandad Musulmana de Egipto es suficientemente "piadoso" y si está dispuesto a completar el proceso de islamización que se inició bajo las manos de primer conquistador islámico de Egipto.
Tampoco es una acción inverosímil. La historia está repleta de ejemplos de musulmanes que destruyen su propio patrimonio pre-islámico, empezando por el propio Muhammad, que saqueó el templo árabe de la Kaaba, convirtiéndola en una mezquita.
Los fieles devotos del Islam han destruidos tempos hindúes en la India, los Budas de Afganistán, Templos judíos en Israel, el patrimonio pre islámico en Irak, Malasia, Túnez, China, Filipinas, y una larga lista de lugares en los que la Espada del Islam ha izado su bandera.
El antiguo legado la ciudad de Tombuctú, en Malí, siendo destruidos por islamistas bajo grito de guerra del Islam, "¡Allahu Akbar!" [Alá es el más grande, en referencia al concepto de la divinidad de judíos y cristianos].
Todos estos hechos son generalmente ignorados por la prensa occidental, o son considerados como irrelevantes, o fruto de la ignorancia y del fanatismo. El análisis, si es que lo hay, no llega a más lejos. La razón de esta destrucción es que los islamistas no se identifican con tal o cual nación, cultura o idioma; su identidad viene dada por la pertenencia a la Umma –la Nación Musulmana- y su cultura es la que emana de la Sunna, de la tradición del “profeta” Muhammad.
Este sentimiento se reflejó claramente cuando el ex líder de la Hermandad Musulmana, Mohamed Akef, declaró recientemente que "Al infierno con Egipto", indicando que los intereses de su país son secundarios a la del Islam.
Podría pensarse que es la destrucción del patrimonio cultural pre-islámico obedece a un “infantilismo fruto del fanatismo que se cura con el tiempo y con la realidad imperante al tener las obligaciones de gobernar”, pero esto es el primer paso para aniquilar otras religiones y obligar a sus miembros a la conversión al Islam o ser eliminados.
NOTAS

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